El gestor cultural y su rol de intervención social
¿Te has preguntado quién es el encargado de mediar la relación entre los creadores de arte y los consumidores culturales? El gestor cultural es quien se encarga de esta tarea. En este artículo te explicaré quienes son y a que se dedican estos profesionistas.
¿A qué se dedica un gestor cultural?
El concepto de “gestión” hace referencia a la administración de determinados recursos, si agregamos el aspecto de lo “cultural” se da por entendido que se habla de un bien o servicio cultural. Es decir, el papel del gestor cultural podría definirse como aquel que promueve, incentiva, diseña y realiza proyectos culturales. Este fin se logra mediante el desarrollo de acciones y procesos que permitan posibilitar el acceso y goce de la cultura, la gestión cultural hace aún más eficaz la administración de bienes y servicios culturales.
Esta profesión en Latinoamérica es relativamente nueva y está relacionada con algunas disciplinas que se ejercen en otros países. Por ejemplo, en los países de habla inglesa se maneja el art management, que a diferencia de la gestión cultural, se especializa en representaciones del arte limitadas. En este sentido la gestión cultural, considera parte de su campo toda manifestación o práctica, activa o pasiva de las artes.
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No solo existe un concepto de cultura para el gestor cultural
En el caso de la gestión cultural es pertinente problematizar el concepto de cultura, debido a que con el tiempo se ha ampliado tanto que podría perder el objeto de estudio que necesita para llevar a cabo su disciplina.
Existen dos concepciones de la cultura en función de su uso, primeramente está la visión antropológica-sociológica que considera la cultura como forma de vida; en segundo término la visión clásico-humanista determina la cultura como producto de actividades intelectuales o artísticas. Esta última es la que fundamenta el trabajo de la gestión cultural.
¿Qué se entiende por productos culturales?
La clasificación de la categoría de productos culturales se refiere a cualquier actividad cultural, ya sea un bien o un servicio. Un “bien cultural” se considera a toda actividad de creación individual materializada en un soporte tangible. De igual forma refiere a todo bien que posee valor histórico o estético y que sirve de testimonio material del desarrollo de las personas o de su entorno.
Mientras que un servicio cultural es considerado una actividad artística que se contempla o se consume en el momento de su exhibición. Igualmente, los beneficios no materiales que las personas obtienen de los ecosistemas también se denominan “servicios culturales”. Estos servicios comprenden la inspiración estética, la identidad cultural, el sentimiento de apego y la experiencia espiritual relacionada con el entorno natural.
Así se mueven los gestores culturales en el sector público y privado
Los objetivos de la gestión cultural, pues, tiene que ver, entre algunas otras cosas, con el fomento y visibilización de las prácticas de la cultura, la creación artística, la generación de nuevos productos y la conservación de los bienes culturales, sin embargo, el objetivo principal varía dependiendo del sector al que pertenezca la organización con interés en la gestión cultural.
Para el sector privado la rentabilidad será su principal meta. Mientras que para el sector público los fines sociales relacionados con los derechos y deberes culturales serán su prioridad. Existe en un tercer término las organizaciones mixtas que juntan rentabilidad y accesibilidad.
La importancia de la gestión cultural en la sociedad
Debido a que la gestión cultural se basa en el diseño y puesta en marcha de proyectos que buscan atender problemáticas y necesidades sociales a través de la creación de bienes culturales partiendo de la participación y el aprendizaje colectivo, continuo y abierto de un sector de la población determinado, se puede considerar que entonces el gestor cultural busca priorizar a los sujetos pertenecientes a la sociedad y brindarles o facilitarles sus derechos culturales.
Esta disciplina es considerada un encargo social, ya que el gestor cultural no sólo es amante de la cultura, sino que se sitúa como un agente de la sociedad que busca atender necesidades específicas. Como dije antes, la prioridad para estos profesionistas radica en el acompañamiento de grupos o comunidades en busca de los intereses de ésta en materia de identidad y autonomía.
Estas son las áreas en las que podemos encontrar a un gestor cultural
Debido a lo amplio del concepto de cultura en la concepción latinoamericana, el gestor cultural puede tener inserción en diversas actividades como en la edición y creación de contenidos culturales, tanto impresos como digitales; diseño visual y conceptual de exposiciones artísticas en museos y centros culturales acercando el arte y la cultura a la sociedad o como consultor de artistas e instituciones sobre la protección de la propiedad intelectual y derechos de autor.
La importancia de la gestión cultural es principalmente fortalecer el tejido social a nivel local e internacional. Esto se puede conseguir por medio de la generación de un cambio en la sociedad con base en las necesidades y problemáticas que se identifiquen en el sitio a desarrollar.
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Por Elena Rendón
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