Conoce 10 famosas frases de Julio Cortázar
Julio Cortázar, el escritor argentino de reconocimiento internacional e impulsor de la literatura hispanoamericana que marcó la historia. Una de las figuras más representativas de la literatura hispanoamericana es el escritor y traductor argentino Julio Cortázar, disfrutando de gran reconocimiento internacional en la década de los 60 ‘s.
Herencia literaria
Fue creador de importantes novelas iniciando una nueva forma de hacer literatura, rompiendo los moldes básicos con narraciones fuera de la linealidad temporal, haciendo un recorrido entre lo real y lo fantástico, por lo que su narrativa constituye un cuestionamiento constante de la razón y de los esquemas convencionales del pensamiento.
Una de sus obras más populares es “Rayuela” , publicada por primera vez en Francia el 18 de febrero de 1963, ha sido denominada una antinovela, ofreciendo diferentes lecturas formando varios libros dentro de uno solo.
Narra la historia de Horacio Oliveira, que vaga en los puentes de la ciudad de París, Francia, en busca de su amante; una mujer uruguaya de nombre Lucía, más conocida como «La Maga”.
Cortázar murió el 12 de febrero de 1984 a causa de una leucemia provocada por el sida, que contrajo tras una transfusión de sangre en Francia.
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A continuación te presentamos 10 de sus mejores frases de este autor:
“¡Música! Melancólico alimento para los que vivimos de amor”.
“Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo”.
“Estar vivo parece siempre el precio de algo”.
“Cada vez sospecho más que estar de acuerdo es la peor de las ilusiones”.
“Después de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para atrás”.
“En suma, desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas”.
“Cuando me hayan devuelto mi casa y mi vida, entonces encontraré mi verdadero rostro”.
“En realidad las cosas verdaderamente difíciles son todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento”.
“Creo que no te quiero, que solamente quiero la imposibilidad tan obvia de quererte como la mano izquierda enamorada de ese guante que vive en la derecha”.
“Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra «madre» era la palabra «madre» y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba”.
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