7 datos curiosos sobre el teporingo, especie endémica de México
La flora y fauna en México es única y representativa, dentro de muchas especies endémicas, podemos encontrar al teporingo; una curiosa especie que tenemos que preservar.
Varios nombre para el teporingo
El teporingo, o también conocido como conejo de los volcanes es una especie endémica de México; un color gris pardo y una cola casi imperceptible lo hacen un animalito realmente adorable.
Hay muchas formas de llamarlo, debido a su procedencia, la cual era cerca del nevado de toluca en el estado de méxico, suele ser conocido como conejo de los volcanes, del mismo modo puede ser conocido como zacatuche que viene del Náhuatl, teporingo, tepol y tepolito; entre otros nombre que recibe este curioso conejito.
¡Un conejo de bolsillo!
Algo que hace al teporingo aún más tierno, es que es uno de los conejos más pequeños del mundo, éste sólo alcanza los 30cm de longitud y llega a pesar aproximadamente 600 gramos. Que sea una de las especies más pequeñas que existen no lo vuelve totalmente indefenso; pues este cuenta con una increíble agilidad que lo hace un ser bastante escurridizo.
El hecho de que sea tan escurridizo, ha causado que exista una cierta dificultad para hacer un conteo exacto en su población, por lo cual durante un tiempo se pensó que estaba extinto, aunque esto no es así, pero sí es un animal en peligro de extinción.
¿De dónde vienen sus nombres?
Cómo lo mencionamos en un principio, este animalito es portador de varios nombres, cada uno hace referencia a su lugar de origen o algo característico de él; desde conejo de los volcanes, hasta tepol o tepolito que quiere decir “el de las rocas”; pero existe uno característico que viene del náhuatl, el zacatuche.
La palabra zacatuche, quiere decir “conejo de los zacatonales” que viene de zacatl, zacate, y tochtli, conejo, esta forma hace referencia al hábitat de este conejo, los cuales son los pastizales altos o zacatonales.
Hábitos más que curiosos del teporingo
El teporingo es una especie única y especial; puede observarse durante la mañana y antes del anochecer, horas en las que suelen alimentarse de pasto y socializar entre ellos, pues suelen vivir en grupos pequeños de dos a cinco miembros.
Suele confundirse con el entorno debido al color de su pelaje y la capacidad que tiene para quedarse inmovil, pero siempre escuchando atentamente con sus orejas redondas, en busca de algún depredador. El teporingo es capaz de emitir vocalizaciones si se siente en peligro, aunque estas también son una manera de socializar de su especie.
Los únicos conejos capaces de realizar estas vocalizaciones son los teporingos junto con los pikas, siendo animales bastante curiosos.
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Quetzalcóatl, el teporingo y la luna
Muchos hemos contado con la suerte de divisar una noche despejada, llena de estrellas; y entre todas ellas ¡la luna! Por una suerte de imaginación quizá… algunos logramos ver un conejo en la luna. ¿Conoces la leyenda del conejo en la luna?
La leyenda cuenta que un día el dios Quetzalcóatl quiso conocer el mundo y así emprendió un gran viaje; después de un tiempo se sentó a descansar y pasado un momento se encontró con un teporingo, quien de la manera más bondadosa le ofreció zacate para comer, el dios se negó aclarando que los hombre no comen zacate, el bondadoso conejito se ofreció como alimento para que el dias, exahusto de su viaje, no muriera de hambre. Quetzalcóatl conmovido, por tal bondad inmortalizó al conejito en la luna para que fuera recordado para siempre.
Del frío corazón de México
El teporingo habita principalmente en zonas frías, debido a lo denso de su pelaje, le es fácil adaptarse al clima de las montañas del eje Neovolcánico transversal al sur del valle de México.
Esta especie podría encontrarse a las faldas del nevado de Toluca, lugar en donde puede abastecerse de zacatón, que también le ayuda a protegerse de depredadores. Tristemente no se ha visto más por ahí, haciendo creer a muchas personas que se encuentra totalmente extinto.
Salvando al conejo teporingo
Estos animalitos aún no están extintos, a pesar de que desde 2003 la población de teporingo bajó considerablemente, pero tristemente es una especie que se encuentra en constante peligro de desaparecer.
Estos conejitos, forman parte importante del ecosistema, pues ayudan a mantener un balance, ya que estos son el alimento de algunos depredadores como aves rapaces, serpientes, etc. Pero más importante aún ayuda a esparcir semillas de varias plantas influyendo en su vegetación.
La fauna endémica es algo que hace maravilloso a nuestro país, por eso mismo debemos cuidarla y hacer todo lo posible para lograr mantener con vida a muchas especies que están en peligro de desaparecer.
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Por J. Jesús Martínez
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