7 datos curiosos sobre el chile en nogada
Ya llegó septiembre, mes de la patria y sobre todo, mes del chile en nogada. Conoce más acerca de este delicioso platillo de temporada.
La gastronomía mexicana es famosa por su diversidad en colores, formas, aromas y sobre todo en sabores. Desde tiempos prehispánicos se le da un valor sagrado a la comida, que a lo largo de la historia se ha ido nutriendo gracias al mestizaje que ha habido en nuestra cultura.
El conjunto de platillos y tradiciones que hoy conforman parte de nuestra identidad mexicana, son el resultado de un largo proceso de sincretismo gastronómico que nos regala maravillas como la cochinita pibil, el pozole, enchiladas y nuestro protagonista: el chile en nogada.
Por lo anterior, no es casualidad que nuestra gastronomía fuera declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010 por la UNESCO.
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Un invento femenino
Hay varias versiones de la historia del origen del chile en nogada; una de ellas sitúa la existencia de este platillo desde los tiempos del Virreinato de la Nueva España. Se comenzó a servir como postre en los banquetes especiales que se preparaban para las celebraciones de la corte novohispana a cargo de las monjas.
Por otra parte, la historia también nos cuenta que este alimento fue inventado en el estado de Puebla por las monjas del convento de Santa Mónica para recibir al entonces emperador, Agustín de Iturbide.
Fue en 1821 (año en que se firmó el acta de independencia) que Iturbide decidió arribar a Puebla y las monjas del convento de Santa Mónica, con motivo de celebrar los logros del político mexicano, decidieron sorprenderlo con la invención de un platillo único.
La elaboración de los chiles en nogada se ha ido modificando, pues antes formaban parte de un postre y no llevaban carne de puerco. El registro oficial de la receta tal y como la conocemos hoy en día data de 1860.
Fisonomía del platillo mexicano
Al enterarse que Iturbide llegaría con su ejército Trigarante, las monjas decidieron elaborar un guiso que tuviera los colores emblemáticos de su bandera: el verde, blanco y rojo. Como era agosto, las novicias aprovecharon que era temporada de granada y nuez de castilla, posteriormente incluyeron el chile poblano como elemento principal que sería bañado con una salsa blanca y hojas de perejil.
Fue así como de la mano de mujeres mexicanas, surgió el manjar que conocemos hoy en día y degustamos con nuestra familia o en restaurantes.
El chile en nogada se conforma del chile poblano (asado y pelado) que debe llevar un relleno de picadillo de cerdo mezclado con frutas (manzana, pera y durazno), nueces, almendras, piñones y diversas especias para sazonar.
Después se baña con una salsa de nueces de castilla, queso, jerez y leche que es acompañada por la granada. Es así como este platillo se convirtió en un símbolo patrio no sólo por sus colores, sino también por su significado.
Sin duda, una de las razones para sentirnos orgullosamente mexicano(a)s son los chiles en nogada. ¿Tú ya conocías la historia de este emblemático alimento?
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